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TEZCATLIPOCA, DIOS DE LOS DIOSES



dijo:

TEZCATLIPOCA (Espejo humeante), es la deidad mas importante de la religion Nahua. Era el hacedor de todas las cosas, el dios del sol en su aspecto de dominio y poder en las tinieblas. Es llamado " noche y viento, el arbitro, el que piensa y rige por su propia voluntad ". Se le hace intervenir como rival de Quetzalcóatl y causante de la caída del reino del este.

Tezcatlipoca logro con dolo que Quetzalcóatl se embriagara y transgrediera los principios que el se había impuesto. Quetzalcóatl tuvo que abandonar su reino en Tula significando así la primera gran decadencia de esta metrópoli










Dios azteca del cielo nocturno. Dios a la vez creador y a la vez destructor. Dios de la pureza y el pecado. Inventor del fuego, patrón de los príncipes.

El espíritu del muerto debe presentarse a Tezcatlipoca vestido con piel de ocelote, y desnudo con un yugo de madera al cuello, para recibir la sentencia. Al muerto se le somete a unas pruebas que preceden la entrada a la morada de la muerte, el reino de Mictlan, y para que no se encuentre ante los peligros del viaje en una condición de indefención, se le entrega un haz de jabalinas. Primero pasa entre dos altas peñas, de donde se puede caer y estrellarse si no puede escapar de ellas con habilidad. Luego una terrible serpiente se interpone en su sendero y, si vence a este monstruo, le espera el feroz caimán Xochitonal. El desventurado espíritu deberá atravesar ocho desiertos e igual número de montañas y habrá que resistir un torbellino afilado como una espada, que puede cortar hasta las más sólidas rocas.

Otra definicion dice: Dios del Sol, la más importante divinidad de la región nahua, antagonista de Quetzalcóalt.



Su leyenda:



Ometéotl, el creador, el principio dual, masculino y femenino, en la cultura nahua, viviendo en el decimotercero cielo, engendró cuatro hijos: el primero fue Xipe Tótec (Tezcatlipoca rojo o Camaxtle), el segundo fue Tezcatlipoca (Tezcatlipoca negro), el tercero fue Quetzalcóatl (Tezcatlipoca blanco), y al cuarto le llamaron Huitzilopochtli (Tezcatlipoca azul o colibrí zurdo).

En una de las leyendas nahuas del origen del universo, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl originaron al mundo. Existía solo un océano primigenio, donde únicamente vivía el monstruo de la tierra, Cipactli, Tezcatlipoca ofreció su pie como señuelo, y el monstruo de la tierra emergió y se lo comió. Entonces, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl se apoderaron de él, y lo extendieron para convertirlo en la tierra. Sus múltiples ojos se convirtieron en estanques y lagunas, y sus fosas nasales son las cuevas. Para resarcir el daño que le hicieron al monstruo de la tierra, Tezcatlipoca exige ofrendas humanas, consistentes en dar de cada uno lo mejor de sí, alcanzando la trascendencía a través de la acción y la preservación de la naturaleza.
Entre los toltecas, era un protector transformador que descendió del cielo a la tierra valiéndose de una tela de araña, para destruir la obra de Quetzalcóatl, a quién se le apareció bajo el aspecto de un viejo que le ofreció el brebaje de la inmortalidad, pero éste era en realidad una bebida enloquecedora.

Los espíritus de los muertos debían presentarse ante Tezcatlipoca para recibir su sentencia vestidos con una piel de ocelote y con un yugo de madera al cuello. Antes de entrar en el reino de la muerte, la morada de Mictlán, eran sometidos a varias pruebas.




Cuenta la leyenda que Tezcatlipoca vagaba por las noches bajo la forma de un gigante, envuelto en un velo y llevando su cabeza en la mano. Los miedosos morían al verlo, pero los valientes lo agarraban y le decían que no lo soltarían hasta la mañana.

El gigante suplicaba que lo soltaran. Si el hombre conseguía retener al monstruo hasta el amanecer, éste le ofrecía riquezas y poderes para que lo dejara partir. Entonces el hombre recibía cuatro espinas, le arrancaba el corazón y se lo llevaba a su casa. Pero al desdoblar la tela en que lo había metido sólo encontraba plumas blancas o una espina o ceniza o harapos.

Tezcatlipoca era el gran enemigo de Quetzalcóatl, cuyo mito evoca una gran lucha. Tezcatlipoca sólo deseaba la destrucción de los toltecas de Tula, es decir, de aquellos que veneraban Quetzalcóatl antes de llegar a ser, luego de la caída de los toltecas, una de las principales divinidades aztecas.

Un día, los habitantes de Tula vieron entrar en la ciudad a tres brujos, uno de los cuales era Tezcatlipoca bajo la apariencia de un hermoso joven. Éste sedujo a la sobrina de Quetzalcóatl, hija del rey Uemac, y en una gran fiesta bailó y entonó un canto mágico. Pronto fue imitado por un gran número de toltecas, a los que condujo hacia un puente que se hundió por el excesivo su peso, haciendo caer a la mayoría al río, donde fueron convertidos en piedras. Después apareció haciendo bailar en su mano un muñeco.

Maravillados los toltecas, se amontonaron tanto para ver el espectáculo prodigioso, que muchos murieron asfixiados. Entonces les dijo que debían matarlo por los males que había ocasionado. Lo mataron, pero enseguida su cuerpo empezó a exhalar un fuerte olor que hacía que muchos toltecas murieran. Después de tantas pérdidas, consiguieron echarlo de la ciudad cuando ya casi la había arruinado.



Considerada la diosa del Amor...






Xochiquétzal



dijo:

Xōchiquétzal (náhuatl: Xōchiquétzal, «flor hermosa», ) su nombre significa Xochitl, flor y Quetzal, hermosa; 'pájaro florido', 'flor y pluma rica' o 'flor hermosa', y es la joven diosa de la belleza, las flores, EL AMOR, el placer amoroso, y las artes. Es una de las dos diosas relacionada con la fertilidad de la naturaleza y la belleza, quizás por ello se le representa como hija o esposa de Centéotl. Xochiquétzal, “flor preciosa”, nació de los cabellos de la diosa madre.



Es hermana gemela de Xochipilli. Su primer esposo fue Tláloc, aunque también estuvo casada con Ixotecutli el dios de la libertad, con Piltzintecuhtli y con Centéotl. También fue amante de Huitzilopochtli, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl.



En los mitos de creación se menciona que fue mujer de Piltzintecuthli, hijo de la primera pareja de hombres: Cipactónal y Oxomoco. Con Piltzintecuhtli tuvo un hijo, Cintéotl, dios del maíz, y en otros mitos se cuenta que también engendraron a Nanahuatzin, quien se sacrificaría en el fogón divino para convertirse en el Quinto Sol, y a Xochipilli, dios de las flores y también conocido como dios del amor. Tuvo varios consortes y amantes. Primero habitaba en Tamoanchan, “cerro de la serpiente”, uno de los paraísos situado en el primer cielo, el Tlalocan, el cual se localizaba en la cumbre del Cerro de la Malinche. Esta morada era una región llena de deleites y pasatiempos agradables en donde había fuentes, ríos, florestas y lugares de recreación.

En este sitio había un árbol florido, y el que alcanzaba a coger una de sus flores o era tocado por alguna de ellas sería dichoso y fiel enamorado. Xochiquétzal era atendida por otras diosas y estaba acompañada y guardada por mucha gente, de tal manera que ningún hombre la podía ver. Los que la cuidaban eran enanos, jorobados, payasos y bufones, que la divertían con música y bailes, y que también desempeñaban el oficio de embajadores cuando mandaba mensajes a los dioses que ella cuidaba.

Ella vive en el noveno cielo, la región del viento de obsidiana itzeechecayan y es una diosa dual, es decir, tanto solar como lunar. Su carácter lunar se ve en el códice Borgia, donde alguna vez se le iguala con Tlazoltéotl. Se menciona que pasaba parte de su tiempo en el Valle de Huejucar lugar prodigioso donde ayudo a las tejedoras a crear un regalo enviado por los Dioses al mundo a traves de ellas, su carácter solar se ve en su representación como mariposa y su vestimenta el yacapapálotl o teocuitlayacapapálotl.








Xochiquétzal es una metáfora de la joven que da placer sexual a los jóvenes y que representa la tentación que hace caer a los hombres castos; es naturalmente una joven hermosa, y alegre. Representa los encuentros juveniles, espontáneos, pero sobre todo libres, los cuales no eran sancionados entre los varones.
Se le puede considerar la encarnación misma de la femineidad, principalmente de la femineidad joven y es por ello el numen protector del trato carnal. Ella era la protectora e inspiradora de los artistas, tejedoras, soldaderas, de los orfebres y pintores, de las prostitutas (llamadas aiuanime) y la abogada de las embarazadas. También es patrona de los quehaceres domésticos.
La mayor parte de los textos nahuas que hablan de la diosa madre, nos la presentan como una diosa anciana; Tonantzin la señora vieja" Ilamatecuhtli, sin embargo existe una versión joven de la diosa madre. Henry B. Nicholson menciona que esta es Xochiquetzal



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